AFRONTAR LA NAVIDAD DE FORMA REALISTA
La Navidad es una época donde la sociedad nos pide estar felices, consumir, relacionarnos social y familiarmente y hacer repaso del año, con la finalidad, de entrar en el siguiente sabiendo algo más, habiendo ganado algo más o con propósitos de mejora.
Sin embargo, estas expectativas, son poco realistas en estos tiempos de crisis sanitaria (Pandemia COVID), económica (consecuencias pandémicas), y social (mayor aislamiento y deshumanización de las ciudades en la era de la digitalización).
Es por este motivo importante, no exigirnos estar como se nos pide, sino como podamos estar. Para ello es importante tener en cuenta las siguientes cuestiones:
-El balance del año no debe ser en función de los fracasos, sino de los éxitos, logros y las situaciones transitadas. Hay años con grandes alegrías y otros con grandes perdidas (duelos, ausencias, enfermedades, cambios). Hemos de ser capaces también en esta época del año de aceptar que no todo es tan bonito como nos hubiera gustado y tolerar nuestras emociones, si estamos tristes, nostálgicos, enfadados o con miedo, es mejor poder tolerar estas emociones, que negarlas, pues esto produce más angustia y desazón.
-No hemos de forzar a otros miembros de la familia, amigos o parientes, a celebrar las Navidades como nosotros necesitamos, sino respetar sus deseos y gustos, y proponer, más que exigir o controlar que todo salga como uno tiene pensado. Asi mismo es fundamental, hacernos de respetar si los demás quieren imponernos sus formas, y a nosotros nos apetecen otras. Hay personas que en Navidad prefieren estar más tranquilas, viajar, dedicarse a leer o ver cine y son menos propensas a las celebraciones, y no es nada malo, solamente es una preferencia.
-Hemos de procurar no aislarnos en exceso, es importante tener apoyos, contar con alguien con quien sentimos que podemos estar, y con quien nos gusta estar. Si estamos sufriendo de mucha angustia, ansiedad o miedo, es bueno buscar además un apoyo terapéutico (institucional o privado) para salir adelante.
-No debemos confundir "regalar" con expresar y dar afecto y cariño. Lo material nunca puede sustituir a lo emocional, hemos de aprender a dar en función de nuestras posibilidades y si uno no tiene recursos económicos, ofrecer otro tipo de detalles y de gestos, que hagan sentir el afecto que tenemos por los demás, también dejar que los demás nos den, lo que tengan gusto de darnos, sin ser exigentes, caprichosos o rechazantes.
-Debemos aprender a cuidarnos, no comer o beber en exceso, no engancharnos demasiado al sofá o a las fiestas, tampoco a la televisión o las compras. Este tiempo, es bueno regularlo y planificarlo adecuadamente, no dejarlo todo para el último día, sino coger agenda e ir valorando como queremos pasar estos días.
-La Navidad es una época de espiritualidad y religiosidad, no todo el mundo comparte estos valores, cada persona es un mundo y tiene sus ideas, preferencias y formas de conectarse con valores como son la solidaridad, la cooperación, la entrega y el cariño. Siempre es bueno darse cuenta de lo que uno tiene, cuidarlo y valorarlo adecuadamente y sobre todo tener esperanza, de que las cosas siempre pueden cambiar, si uno busca ayuda y se da permiso de hacerlo.
-Hemos de evitar enfrentamientos con otras personas o miembros de la familia, que puedan tener caracteres más rígidos, insensibles, egoístas o autoritarios, no son momentos de entrar en disputas, ya habrá tiempo en otro momento. Si la comunicación no es nuestro fuerte, podemos juntarnos para escuchar música, o hacer algo juntos que nos ayude a conectar (juegos de mesa, planes o simplemente estar con el otro, en silencio, desde el corazón tranquilo).
-Finalmente para el año próximo, si tienes algún deseo pendiente, no dudes en escribir una carta a los Reyes Magos, o a tus Ilusiones y Sueños, pues con voluntad, cariño, respeto y apoyo, las cosas pueden estar más cerca de lo que uno cree, e incluso a veces, tener otra forma distinta a lo que habíamos pensado.
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